Minoristas online y tradicionales de ese país trabajan en el desarrollo de gafas de realidad virtual, esperanzados de que su implantación suponga un punto de inflexión a la hora de volver a cautivar al cliente a que pisen las oficinas cuando se trate de comprar sus viajes.
Las investigaciones habrían pasado ya la fase inicial, y decididos a seguir adelante con el proyecto, las grandes agencias, que sin saber los planes las unas de las otras, ya han comenzado con ponerse manos a la obra con todo lo que implica un desarrollo de esta envergadura.
Las confidenciales voces a las que ha tenido acceso REPORTUR apuntan a que el Sector se erige como el gremio perfecto para usar la realidad virtual en su comercialización, dado que sus productos no se pueden tocar ni sentir, y apenas ver en algunas fotos.
Los implicados en estos proyectos así como sus impulsores están convencidos de que la popularización de la realidad virtual puede suponer una revolución de un impacto no muy lejano al que supuso la irrupción de las redes sociales o los smartphones.
La industria turística pondría así su granito de arena en ser la pionera en el uso masivo de gafas de realidad virtual, en línea con lo que consiguió también en su tiempo a la hora de animar al consumidor a lanzarse al comercio electrónico sin miedo.
“¿Te imaginas viajar y ver la habitación de un hotel con unas gafas?”, cuestiona ilusionado uno de los impulsores de este proyecto en España, consciente de que su implantación tendría un efecto integral en la promoción de toda la industria, desde hoteles a destinos.
“Se puede abrir un campo de negocio enorme con toda la tecnología e instrumentos que harán falta para la creación de contenidos”, aventura a este digital turístico multilatino uno de quienes más cree en el gran futuro de la realidad virtual para poder transmitir experiencias desde el momento de la compra.
Las agencias físicas llevan tiempo asumiendo que su futuro dependerá de en qué grado son capaces de hacer sentir al cliente lo que le espera en su viaje, en cuya selección cada vez como es sabido tiene mayor influencia el factor de las experiencias por encima de las clásicas visitas a monumentos o playas sin más.
Las gafas de realidad virtual serían el instrumento perfecto para que el cliente se sintiera partícipe desde el momento de la compra que su viaje y su experiencia ya ha empezado antes de viajar, de forma que esta tecnología emergería como la que mejor cubre la principal aspiración que hoy tienen las minoristas tradicionales.
Con una muy mejorada comercialización, “más gente querría viajar”, pronostica uno de los más esperanzados con estos proyectos, ya que cree que el efecto de verse ya en el destino facilitaría enormemente la conversión entre visita a oficina y compra, al tiempo del efecto llamada entre su círculo.
Se haría necesario que hoteles y destinos se pusieran manos a la obra para crear sus producciones de realidad virtual, aunque esto no se adivina como un problema mayor dada el rápido retorno que se le anticipa a la inversión, teniendo como implicación también que se creen canales de distribución que permitan a las agencias acceder al contenido.
No se tienen muchas dudas de que de confirmarse la aceptación de este dispositivo los hoteles y los destinos tardarían poco en ponerse al día y adaptarse, como han ido haciendo al calor en los últimos años del surgimiento de nuevas tecnologías y servicios de marketing como TripAdvisor.
Los grandes fabricantes mundiales de tecnología como Samsung o Microsoft ya se han puesto manos a la obra para desarrollar gafas de realidad virtual con afán de la venta al por mayor, en un campo al que se le aventuran multitud de aplicaciones, incluyendo las de formación y las meramente artísticas, tanto de televisión convencional y cine, incluyendo el de adultos, como el de espectáculos deportivos o musicales.
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